jueves, 7 de julio de 2011

Evolucion De Propaganda Politica En México

Ensayo publicado originalmente en buenastareas, escrito por el usuario DianaaLuisaa.

INTRODUCCION
La propaganda política en México ha venido evolucionando poco a poco, pero el cambio más notable se vio en las elecciones presidenciales del año 2000 cuando el candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Vicente Fox Quezada resulto el ganador de dicha contienda y termino con 70 años  en los que el partido dominante, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), había estado en la silla presidencial.
Este cambio que dio paso a la partidocracia y a la pluralidad se logró gracias a toda una estrategia  mercadológica y propagandística en lo que a temas políticos se refiere. La publicidad del candidato pasó a primer término más que las mismas propuestas que el candidato daba.
El enfoque que se dio a la campana política fue totalmente distinto al que se venían manejando anteriormente. Esta fue una campana en donde el candidato es visto como un hombre del pueblo y para el pueblo, esa fue la imagen que se le dio. La mercadotecnia del mismo fue a mi punto muy humilde de vista fabulosa, el manejar tan exquisitamente el entorno social y político que se vivía en México fue el detonante que dio luz verde a que se aplicaran nuevos métodos y estrategias en las campañas políticas.
Ese año fue el parte aguas que marco las pautas y directrices que deben tomar los mercadologos, asesores de campana, estrategas y un sinfín de personas que forman parte de la campaña del candidato.
Que es lo que realmente vino a cambiar las estrategias en las campañas políticas que dieron paso al derrocamiento del PRI en la presidencia?. Pues veremos a continuación que fue un acumulamiento de factores los que originaron esta transición, tanto sociales, políticas, económicas y sobretodo el sentir de la sociedad mexicana que clamaba a gritos un cambio desesperado y que mejor “que un hombre del pueblo que sirva al pueblo”.

La publicidad y propaganda política nació y se desarrolló como un verdadero arte capaz de sugestionar de tal modo al cliente que al verse bombardeado por conceptos de superación y status, entre otros, no encuentra otra salida que comprar el artículo en venta, pero cuando este artículo es una idea o una opinión.
La propaganda política, sea cualquiera que sea su grado de insistencia, posee una nota común: el predominio de la idea, de una sola idea cerrada en un ser que se hace por ello venerable, un solo hombre capaz debido a sus características de brindarle a la sociedad lo que esta necesita.
Anteriormente la publicidad política buscaba adeptos a las ideas u objetos mostrados sin un mensaje que permitiera conocer los planes del oferente, a diferencia de la propaganda que intenta hacer reflexionar a propios y extraños.
La publicidad política en ese entonces traía como consecuencia que el electorado conociera simplemente un objeto o idea que propones el partido político, sin embargo no debía perderse de vista que la finalidad de las campañas electorales es la difusión de las plataformas electorales, no así de las ideas, objetos o colores.
Debe observarse que la publicidad ha sido empleada a través de los medios de comunicación masiva, medios que tienen una cobertura mayor que cualquier otra forma de hacer propaganda o publicidad.
Las nuevas formas de utilizar los medios de comunicación por la política y los políticos transforman la concepción de la propia política, que a nuestro juicio tiene repercusiones en la sociedad en general y en los proyectos nacionales de desarrollo, particularmente en las formas y modalidades de construcción de una Democracia.
La democracia en la actualidad y siendo realmente realistas solo existe en nuestro país el día de las elecciones cuando el ciudadano “responsablemente y con un compromiso real de contribuir al bienestar de su nación sale a votar por el candidato que mejores propuestas dio para el desarrollo y bienestar de México”. Pero vamos, seamos conscientes de lo que decimos, el ciudadano realmente vota más por la imagen del candidato que por sus propuestas de cambio o mejoramiento y lo hemos comprobado con las elecciones que se han realizado recientemente para elegir a diputados federales como locales y  de varios presidentes municipales en nuestro país.
En México somos 107 millones 431 mil 230 personas de los cuales más de la mitad son mujeres. Por lo tanto las mujeres juegan un papel fundamental en el rumbo político del país. Y lo palpamos en las elecciones mencionadas. Las mujeres votaron por el candidato “más guapo”, el que les cae mejor etc. Y esto se da a raíz de que en México cada vez es mayor el número de madres solteras las cuales llevan consigo la tutela del hogar y buscan un refugio en quien siente que las puede proteger y más siendo un político joven, guapo y sobretodo con poder.
Si en 1994 el voto del miedo favoreció al PRI, para el año 2000 el temor al cambio era casi nulo: el único temor real era que no hubiera cambio Todas las encuestas señalaban que al menos 80% de los electores consideraban necesario un cambio en el país. La paradoja inicial fue que un porcentaje significativo señalaba su intención de voto a favor de Francisco Labastida, candidato del PRI, y le atribuían la posibilidad de representar un cambio.
La investigación (tanto la cualitativa como la cualitativa) no dejaba lugar a duda las elecciones las ganaría el candidato que representará con mayor veracidad la bandera del cambio. Por lo tanto, era estratégico apoderarse de dicho posicionamiento. Empezamos bien con la denominación de Alianza por el Cambio y durante toda la campaña el concepto cambio fue el que dio unidad a las acciones. Con esta información el equipo creativo de la campaña generó dos lemas con la palabra cambio que estuvieron presentes en un sin fin de aplicaciones creativas: El cambio que a ti te conviene y cada vez somos más los que queremos el cambio.
Además la personalidad y el estilo de Vicente Fox, su vestimenta (sin corbata, siempre con botas y con una gran hebilla con las letras FOX), su lenguaje, franco, directo y repleto de frases coloquiales; su trato cercano y antisolemne, sus propuestas novedosas, su beligerancia con el gobierno, etc. Lo hicieron ser percibido como un muy creíble abanderado del cambio. La investigación, en este caso, sólo sirvió para confirmar el acierto generado por la gran astucia e intuición del candidato.
Mientras tanto, la demanda del cambio llegaba hasta el PRI, partido que durante la campaña se hizo llamar el Nuevo PRI (con relativo éxito inicial gracias al efecto de la primeras elecciones primarias presidenciales en su historia , pero que rodó por los suelos en la recta final de la contienda cuando el equipo de campaña fue apuntalado por destacados políticos de la vieja guardia, coloquialmente conocidos como dinosaurios) Por su parte, Labastida utilizó como concepto rector de su campaña un lema abstracto y poco creíble: "Que el poder sirva a la gente". De esta manera aunque el candidato del PRI en sus discursos y entrevistas buscaba posicionarse como el representante del "cambio con rumbo", este concepto nunca llegó de manera consistente al gran público, por ejemplo nunca estuvo incluido en spots en TV dirigidos a públicos masivos.
Durante la contienda interna del PRI por la candidatura presidencial todo el mundo sabía que Francisco Labastida era el candidato del Presidente. Su principal rival Roberto Madrazo llevó a cabo una agresiva y retadora campaña "contra el candidato oficial" y con ello fue un verosímil representante del cambio al interior de su partido. Sin embargo, la historia es de todos conocida y la maquinaria priísta arrolló en las elección interna al candidato disidente.
Ya con los candidatos presidenciales de todos los partidos y coaliciones registrados, Vicente Fox también comenzó a referirse a Francisco Labastida como "el candidato oficial". Durante el proceso de investigación identificamos el grave riesgo de llamarlo así pues fortalecía la percepción de un candidato respaldado por el régimen, además de que el calificativo oficial en sí no era negativo y más bien parecía un sello de garantía o un aval.
Ante tal hallazgo la propuesta fue clara: dejar de llamar a Labastida el candidato oficial y buscar una adjetivación consistente con nuestra estrategia de abanderar el cambio. La propuesta tuvo eco y desde ese momento Labastida dejo de ser el candidato oficial para pasar a ser "el candidato de más de lo mismo".
Era indispensable generalizar la percepción de que Vicente Fox podía ganarle a Francisco Labastida en la elección presidencial por lo que identifico la necesidad de reducir y acotar el tamaño del rival para hacer creible su derrota. Por lo tanto, lo recomendable era evitar cualquier alusión al "Sistema" y dirigir los ataques y las críticas al PRI. Atacar o criticar "al sistema" era muy dañino porque reforzaba la impresión de que el rival era enorme y ubicuo (como en realidad lo era dados los múltiples apoyos de los factores reales de poder: grandes empresarios, medios de comunicación, sindicalismo oficial, etc.) Con base en esta idea se generaron varias líneas de comunicación, pero quizá la más importante fue un spot de televisión cuyo selling line decía "Adios al PRI". Con la música de fondo de "Las golondrinas", canción de mariachi utilizada en todas las despedidas el spot ponía el acento en las grandes fallas históricas de dicho partido. Por su parte, Vicente Fox, guiado más por su sexto sentido que por alguna recomendación proveniente del estudio de la opinión del público comenzó a menospreciar e incluso humillar a Francisco Labastida, entre otros adjetivos lo llamaba "chaparrito" reiteradamente.
Al propio Vicente Fox le causaba cierta ansiedad el que pudiera ser percibido como una figura positiva pero "no presidencial". Debido a que su imagen y su propuesta contrastaba radicalmente con lo que los mexicanos estaban acostumbrados a ver en los Presidentes priistas que habían gobernado el país en las últimas décadas.
El PRI, con la ayuda franca de la mayoría de los principales medios de comunicación electrónicos e impresos del país, propago la imagen de un monstruo llamado Vicente Fox: Vende patrias, contradictorio, mentiroso, con serios problemas de carácter, intolerante, más mil y un defectos más. Pero se llevaron a cabo estrategias para la defensa de los ataques que realmente hacían daño. El mejor ejemplo fue la acusación de que Fox vendería Pemex, compañía petrolera icono de nuestra soberanía nacional a intereses extranjeros. Nuestro candidato reiteró hasta la saciedad la falsedad de esta acusación con lo que atenuó el efecto de uno de los dardos más venenosos lanzados por el rival.
Comprender las implicaciones de estos significados permitió combatir el gradualismo tan favorable a la cuasi eternidad del PRI. Romper con la percepción de que "los cambios no se pueden hacer de la noche a la mañana" y comunicar que era posible un cambio de poder aquí y ahora.
El slogan utilizado para cerrar la campaña: "¡Ya ganamos!" fue un gran acierto del equipo creativo, que recuperó y capitalizó los hallazgos de la investigación cualitativa. Su objetivo fue remarcar que el triunfo de la sociedad mexicana sobre el PRI era real y posible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario